- Sufrimiento garantizado.
- Irritación y malestar en extensas jornadas de esfuerzo.
- Escases de alimentos y de agua.
- Descanso inadecuado.
- Incertidumbre y riesgo.
- Aislamiento
- Camaradería en medio de fuertes emociones.
- Mejora de las capacidades adaptativas.
- Innovación conductual.
- Fortalecimiento físico.
- Desarrollo técnico y táctico.
- Proyección deportiva individual e integración grupal.
- Sentido pleno de autonomía y responsabilidad.
Celebramos el espíritu aventurero y expedicionario.
“...las delicias de la escalada sin guías... me han conducido a traición, me temo, a la mayor de las indiscreciones: a una confesión de fe.”
“habíamos aprendido una gran verdad: quienes desean disfrutar plenamente de los placeres del montañismo deben recorrer las altas nieves confiando sólo en su propia pericia y conocimiento.”
Albert Frederik Mummery
Una expedición a la montaña es una aventura, si vas sin guías es un gran reto para ti mismo, la caracteriza lo imprevisible y lo incierto, nos expone a los elementos de la naturaleza, al peligro y al aislamiento e incluye extenuantes esfuerzos, imponiéndonos la toma de riesgos para superar dificultades y peligros.
La inspiran ciertas tradiciones de tiempos inmemoriales y las herramientas que implica - cuerdas, clavos o botas de nieve -, son sólo accesorios.
No obtendremos nada material al final, si una efímera satisfacción, recuerdos que perduran por siempre y la calidez de la camaradería.
Pocos aceptamos tomar el riesgo, aunque muchos soñamos con ser aventureros desde nuestra niñez.
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